viernes, 13 de noviembre de 2015

MARRUECOS: MARRAKECH

Personalmente nunca había estado en África, y no por falta de ganas, pero la inestabilidad política y la seguridad en algunos paises ha hecho que nunca antes hubiera pisado este continente. Hace tres años unos conocidos estuvieron en Marrakech y por lo que me explicaron me pareció un buen destino: no había sensación de inseguridad, buena comida, monumentos islámicos importantes, ambiente animado en sus calles y plazas. Además yo ya había leído de su importancia como núcleo cultural y de comercio en el pasado. El hecho de que haya vuelos directos desde Barcelona, y a buen precio, hace que sea fácil llegar hasta esta ciudad del sur de Marruecos. Finalmente su clima hace que la mejor época para visitarla sea entre noviembre y abril cuando el calor es soportable.

Todo ello hizo que un grupo de 4 amigos que nunca habíamos estado en Marrakech nos animáramos a hacer una escapada en noviembre y recuperar unos días de verano en una ciudad africana. Puesto que no teníamos mucho tiempo finalmente decidimos disfrutar Marrakech con calma, desayunando tranquilamente en el Riad, viendo los atardeceres desde la Plaza Jaama el Fna y visitando tranquilamente sus monumentos. Por ello descartamos pasar un día en la ciudad costera de Essaouira o hacer una excursión de un día al cercano Atlas a pesar de los paisajes y pueblos bonitos que pueden llegar a verse.

Vuelo


Volamos a Marrakech desde Barcelona con Vueling un viernes a las 17h y volvimos con Ryanair un martes a las 19h. El vuelo de Ryanair aterrizó en Girona a las 22:30 tras 2h30 de viaje y una hora del cambio horario. Tras recoger las maletas que nos obligaron a facturar porque el avión iba lleno fuimos al autobús que tras 1h de viaje y 16€ nos dejo en la Estación del Norte. Finalmente llegamos a casa a las 00:30 tras treina minutos de taxi.

La vuelta con Ryanair, aunque más barata, no era por supuesto la preferida. Sin embargo, a mediados de noviembre Vueling solo vuela de Marrakech a Barcelona los viernes, domingos y lunes. Ryanair lo hace los martes, jueves y sábados. En principio nuestra idea era visitar solo Marrakech, pero queríamos hacerlo con calma, así que ir un viernes y volver con Vueling el lunes a las 14h nos pareció demasiado poco tiempo. Apenas 2 días completos. El coste final de los vuelos fue de unos 115€.

Para ir del aeopuerto al Riad y del Riad al aeropuerto contratamos previamente a nuestra llegada a Marrakech el transfer con nuestro Riad por 17.5€ por trayecto. Teniendo en cuenta que éramos 4, nos salia muy barato y resultaba mucho más cómodo que buscar un taxi. Además, no suele ser fácil encontrar los Riads en la Medina de Marrakech, con lo que el taxi avisa al responsable del Riad cuando llega y entonces salen a buscarnos. Antes de salir del aeropuerto de Marrakech hay que rellenar un formulario y pasar el control de pasaportes, en que suele haber cola. Lo mejor es salir rápidamente del avión, coger el formulario a rellenar y cumplimentarlo ya en la cola antes de que esta se haga más larga.

Precauciones



  • No hay iluminación nocturna en la medina.
  • Taxistas poco serios. Acordar precio previamente.
  • Siempre hay que regatear y solo cuando realmente se vaya a comprar algo.
  • Gente (sobretodo gente joven y adolescentes) que te lleva a los sitios sin que se lo pidas y a los que después hay que pagar. Si te ocurre, con 20 dirhams se irán sin protestar.

A continuación tenéis las visitas que hicimos cada uno de los días que estuvimos en Marrakech:



Día 1


  • Llegada y cena en el Riad Rabahsadia


Día 2


  • Mezquita Koutoubia
  • Plaza Jaama el Fna
  • Zoco
  • Mezquita Ben Youssef
  • Medersa Ben Youssef
  • Musée de Marrakech
  • Comida en Restaurante Foundouk
  • Koubba Almorávide


Día 3


  • Jardines de la Mezquita Koutoubia
  • Palacio Bahia
  • Palacio el Badii
  • Comida en restaurante Kosybar
  • Mezquita de la Kasbah
  • Tumbas Sadiis
  • Ensemble Artisanal
  • Puerta Bab Agnou
  • Muralla de Marrakech
  • Hotel la Mamounia
  • Cena en restaurante Chef chegrouni


Día 4


  • Jardines Majorelle
  • Cyber Parc Moulay Abdessalam
  • Comida en restaurante Chef Chegrouni
  • Atardecer desde Café de France
  • Cena en restaurante Dar El Salaam


Día 5


  • Plaza Jaama el Fna
  • Zoco
  • Café des Épices
  • Comida en Restaurante Venecia



Dia 1


Aterrizamos a las 5 pm y entre control de pasaportes y traslado en taxi llegamos al Riad sobre las 6:30 pm. La llegada al Riad fue muy cómoda. Nos vinieron a buscar al taxi y nos acompañaron por unas callejuelas hasta el Riad. Eran solo 3 minutos caminando pero la primera vez y de noche lo más seguro es perderse. 

Nos invitaron a sentarnos en un sofá del patio del Riad y nos sirvieron un té de menta de bienvenida mientras nos daban las llaves de las habitaciones y acababan de preparar la cena. Justo antes de la cena dejamos las maletas en la habitación, que era muy amplia y con un balconcito que daba al patio interior del Riad.

Nos sirvieron la cena en el Riad a las 7:30 y fue espectacular: judías verdes salteadas, tomate y berenjena escalivado con toque ahumado y servido frio, tajine de pollo y yogurt con granada de postre. Por 16€ cenamos de maravilla. Junto a nosotros, en el pequeño restaurante del Riad solo cenó una pareja alemana (nuestro mismo menú) que curiosamente estaría exactamente los mismos 4 días que nosotros y a la que también veríamos durante los desayunos.



Lampara de Marrakech
Lámpara muy colorida en nuestro Riad de Marrakech 


Riad Rabahsadia en Marrakech
Patio central del Riad Rabahsadia al que dan todas las habitaciones



Riad Rabahsadia en Marrakech
Pequeña piscina del Riad Rabahsadia que también tiene funciones decorativas


Riad Rabahsadia en Marrakech
Sofá del Riad Rabahsadia donde nos tomamos un té que gentilmente nos ofrecieron a nuestra llegada



Riad Rabahsadia en Marrakech
Patio del Riad a través de la puerta del salón-comedor



Día 2


Puntuales a las 9 am subimos a la azotea del Riad para tomar el desayuno a la luz del día. Los 4 días, el desayuno consistió en zumo de naranja, tortas de pan, una especie de crepes fritos, tortas de harina y café con leche. Y los 4 días fueron soleados con lo que el momento del desayuno fue de los más agradables del viaje.

Tranquilamente cogemos fuerzas y a las 10 am estamos saliendo del Riad para nuestro primer día en Marrakech. A esta hora de la mañana ya hace calor. Aunque sea mediados de noviembre hace 27ºC. Es lo bueno que tiene estar en África, que con un vuelo de dos horas y media viajas en el tiempo hacia el verano. Pero es un calor seco que se lleva bien.





Riad Rabahsadia en Marrakech
Azotea del Riad Rabahsadia cerca de la zona donde servían el desayuno


Desayuno en Marrakech
Primer desayuno en Marrakech




Nuestros primeros destinos en Marrakech son la Plaza Jaama el Fna, el zoco, la madraza Ben Youssef y el Museo de Marrakech. Pasamos junto a la mezquita Bab Doukkala, nuestra referencia para encontrar nuestro Riad, y cogemos una calle que nos lleva directamente a la Mezquita Koutoubia.



Junto a la pequeña tumba de color blanco de Fátima Zahra nos hacemos una foto con el imponente minarete de la mezquita de fondo. Es una referencia en toda la ciudad y, desde la época colonial francesa, ningún edificio puede ser más alto que este minarete. Es una lástima que los no musulmanes no puedan entrar a las mezquitas de Marrakech, así que seguimos nuestro camino hacia la plaza Jaama el Fna junto a una larga fila de calesas.





Mezquita Bab Doukkala en Marrakech
Mezquita Bab Doukkala cerca de donde estaba nuestro Riad


Medina de Marrakech
Caminando por esta calle íbamos desde nuestro Riad a la mezquita Koutoubia



Mezquita Koutoubia en Marrakech
El minarete de la Mezquita Koutoubia es el referente de Marrakech y ningún edificio puede superarle en altura


Mezquita Koutoubia en Marrakech
Parte superior del minarete de la mezquita Koutoubia, construido por el mismo arquitecto que la Giralda de Sevilla





Mezquita Koutoubia en Marrakech
Puerta de la mezquita Koutoubia



La plaza aún está tranquila a estas horas de la mañana. Únicamente se encuentran los puestos ambulantes de zumos de naranja. Los puestos ambulantes de preparación de comida a la brasa están recogidos y solitarios y aún no hay mucha presencia de encantadores de serpientes o adiestradores de monos.



Atravieso la plaza en dirección a los zocos observando los pequeños minaretes de las mezquitas y los restaurantes que limitan la plaza. Pasamos junto a los conocidos Café Argana y Café de France y nos adentramos en los zocos con destino a la Madraza Ben Youssef. Vamos sin un camino establecido, guiándonos por indicaciones puntuales que aparecen en las calles.

Recorrer el zoco es muy entretenido. Las calles són al aire libre pero están parcialmente cubiertas con lo que el sol no es una molestia. Hay muchísimas tiendas con los productos más diversos. Lo único que puede incomodar es la insistencia de algunos vendedores por que entres a su tienda. Si decides comprar algo el regateo es obligatorio. Se aconseja empezar por un tercio del precio inicial. Si realmente no estas muy interesado mejor no empezar el regateo.

Paseando entre las tiendas del zoco llegamos a la puerta de la madraza Ben Youssef, oculta en una pequeña callejuela entre la mezquita y el Museo de Marrakech. El bonito edificio de la madraza se compone principalmente de un amplio patio al que dan todas las habitaciones de los estudiantes. En el centro del patio hay un gran estanque, que estaba vacío cuando nosotros la visitamos. Sin duda lo que más me gusto de la madraza es la decoración de las paredes del patio, de una gran belleza.



Zoco de Marrakech
Bandera de Marruecos en uno de los zocos de Marrakech


Mezquita Ben Youssef en Marrakech
Puerta de la mezquita Ben Youssef en Marrakech


Madraza Ben Youssef en Marrakech
Arco típico de la arquitectura islámica en el patio de la madraza Ben Youssef




Madraza Ben Youssef en Marrakech
Las paredes del patio de la madraza están ricamente decoradas con azulejos


Madraza Ben Youssef en Marrakech
Ventanas ornamentadas de las habitaciones de los estudiantes de la madraza Ben Youssef que dan al enorme patio interior




Al salir de la madraza entramos en el Museo de Marrakech, situado junto a ella. Para mí, vale la pena entrar en este museo para ver el palacio en el que se encuentra. El gran patio central cubierto con tres fuentes en el centro está ricamente decorado con mosaico. También es interesante ver el hamman y el resto de pequeños patios.





Patio central del Museo de Marrakech
Patio central del Museo de Marrakech


Museo de Marrakech
Decoración de la parte superior de uno de los arcos en el interior del Museo de Marrakech


Hamman en el Museo de Marrakech
Lámpara en lo que fue el Hamman del palacio en el que se encuentra el Museo de Marrakech


Al salir del Museo de Marrakech caminé los cincuenta metros aproximadamente que me separaban de la Koubba Almorávide, el único resto de una antigua mezquita donde se realizaban las abluciones. La importancia de este pequeño monumento es que es de los pocos que quedan en Marrakech de este estilo arquitectónico. La lástima fue que no pudimos visitarlo de cerca al estar cerrado por obras de restauración.



Koubba Almoravide en Marrakech
Koubba Almorávide cerca de la Madraza Ben Youssef




Tras esta intensa mañana nos fuimos a comer al restaurante Foundouk situado cerca de la entrada de la madraza. Nos acomodaron en una de las mesas en la azotea donde comimos muy a gusto al aire libre. Hacía un día espléndido. Los platos que escojimos fueron cous-cous de cordero, tajine, sopa Harira y Pastilla (también llamado Bastela, consiste en láminas de carne envuelta de capas de hojaldre). Todos estaban deliciosos y las cantidades eran abundantes. Estábamos tan cómodos que realizamos una larga sobremesa disfrutando de un típico té de menta.






Restaurante Foundouk en Marrakech
Azotea del restaurante Foundouk en la medina de Marrakech




Contentos de haber comido tan bien paseamos por las calles de la Medina en dirección a la Plaza Jaama el Fna donde vimos el atardecer antes de volver al Riad para descansar hasta la hora de cenar. Tuvimos que preguntar porque es imposible orientarse bien entre las calles laberínticas de la medina. Pero hay que intentar preguntar a personas mayores o propietarios de tiendas. Sí lo haceís a algún adolescente o persona joven, como hicimos nosotros, lo más probable es que se empeñe en acompañarnos hasta el punto de destino sin que podamos impedírselo y nos intente cobrar por ello. Para evitar problemas, mejor acceder a pagarles. Como nos informaron en el Riad, con 20 Dirhams es suficiente para que este "guía no deseado" salga corriendo.



Este primer camino de vuelta lo hicimos caminando, pero algunos de los siguientes, sobretodo los nocturnos, los realizamos en taxi. Desde la Grande Place, como también se conoce a Jaama el Fna, teníamos unos quince minutos caminando. No es mucho pero tras un día caminando se hacia un poco pesado. Considerando que en petit taxi cualquier trayecto entre dos puntos de la medina cuesta solo unos 20 dirhams (dos euros al cambio) para 3 personas como nos dijeron en el Riad, vale la pena. Si se escoge un grand taxi (los mercedes), entonces pueden ir hasta 6 personas y el trayecto cuesta unos 40 dirhams. Eso sí, los taxistas marroquís siempre intentan sacar lo máximo de los turistas, con lo que es muy aconsejable pactar el precio antes de subirse al taxi porque no suelen activar el taxímetro. Incluso al pactar este precio hay algo de regateo. Intentaban que fueran 30 dirhams con las excusas falsas de tarifa nocturna entre otras.

Tras descansar un par de horas en el Riad volvimos a la Plaza Jaama el Fna para cenar en el restaurante Chef Chegrouni, donde cenamos muy bien y a muy bien precio. Este restaurante está en uno de los extremos de la plaza, cerca del Café de France y en frente del minarete de una mezquita. Cenamos en la terraza del restaurante desde donde se percibía el ambiente nocturno de la plaza. Hay un abismo entre la calma de esta plaza durante el día y el ambiente que empieza al atardecer y sigue durante la noche. Música, voces de vendedores ambulantes, humo de las barbacoas de los puestos de comida hacen que esta plaza cobre una vida especial al desaparecer la luz del sol.



Atardecer en Marrakech
Atardecer en Marrakech




Día 3



Tras disfrutar del desayuno en la soleada azotea del Riad salimos hacia la medina de Marrakech con la idea de pasar por los jardines de la Mezquita Koutoubia camino del Palacio de Bahia, el Palacio el Badii y las Tumbas Saadies, las tres visitas principales de la jornada.

Tras estas visitas entramos en el Ensemble Artisanal junto a las Tumbas Saadies para comprar una tetera y una pequeña tajine de ceramica de recuerdo. Tras las compras salimos de la medina por la puerta de Bab Agnou y paseamos junto a las murallas de Marrakech con la idea de llegar hasta el célebre hotel La Mamounia. La verdad es que creía que el paseo sería más corto, porque si no hubiera cogido un taxi. Lo peor fue que no pudimos entrar en el hotel ni siquiera a la cafetería ni a los jardines porque era fin de semana. Junto al hotel cogimos un taxi para ir a descansar al Riad.






Desayuno en Marrakech
Desayuno de nuestro tercer día en Marrakech








Minarete de la mezquita Koutoubia
Minarete de la mezquita Koutoubia desde unos jardines cercanos



Palacio de Bahia en Marrakech
Uno de los patios del Palacio de Bahia en Marrakech


Palacio de Bahia en Marrakech
Decoración en una de las paredes del Palacio de Bahia


Palacio de Bahia en Marrakech
Un de los patios del Palacio de Bahia en Marrakech




Tras la visita al Palacio de Bahia, en el que destacan los techos de algunas salas y sus patios, recorremos la pequeña distancia que lo separa del Palacio el Badii, al que llegamos atravesando la Place des Ferblantiers, en el corazón del Barrio Judío.

El Palacio el Badii es actualmente un gran patio rodeado de un muro con un inmenso estanque en el centro que estaba sin agua. Los edificios de este palacio se encontraban junto a los muros del patio. El principal carece actualmente de techo y también han desaparecido los techos de cada una de las plantas, dejando un enorme espacio sin techo.

A pesar de no haber techo, afortunadamente el sol no llegaba hasta el suelo. En otro de los edificios del palacio hay una sala donde se muestra un documental de una reconstrucción de cómo habría sido el palacio en el pasado.

En una de las esquinas del patio se puede subir a la terraza de uno de los edificios desde donde me encontré con unas buenas vistas de Marrakech y de las cigüeñas con sus nidos en lo alto de los muros.

Finalmente, antes de salir para comer visitamos la sala donde se encuentra la escalera de madera del minbar de la Mezquita Koutoubia. Para poder visitarla hay que pagar un poco más y comprar el billete combinado. De esta escalera me sorprendió hasta que punto se había trabajado la madera para crear las diferentes figuras ornamentales.



Palacio el Badii en Marrakech
Palacio el Badii en Marrakech


Palacio el Badii en Marrakech
Gran Patio central del Palacio el Badii en Marrakech




Tejados de Marrakech
Vista de los tejados de Marrakech desde la terraza del Palaci el Badii


Te a la menta en Marrakech
Té a la menta en el restaurante Kosybar en la Mellah, el barrio judío de Marrakech



Después de comer en el restaurante Kosybar de la Place des Ferblantiers en el corazón de la Mellah, el barrio judío de Marrakech, fuimos paseando hacia la Mezquita de la Kasbah junto a la que están las Tumbas Sadiis. A estas tumbas se entra por un callejón estrecho que las aíslan del movimiento del exterior. Limitadas por la mezquita y las murallas, estas tumbas se distribuyen entorno a unos jardines en los que reina la tranquilidad y el silencio. Algunas de las tumbas son realmente bonitas, ricamente decoradas. Es un espacio relativamente pequeño y en poco tiempo visitamos todas las tumbas. Además de la belleza de alguna de ellas, me gustó mucho el ambiente sosegado y silencioso de estas tumbas en contraste con el frenesí de la medina.




Mezquita de la Kasbah en Marrakech
Las Tumbas Sadiis están junto a la Mezquita de la Kasbah




Tumbas Saadis en Marrakech
Tumbas Saadis en Marrakech







Junto a las tumbas Sadiis se encuentra uno de los Ensemble Artisanal de Marrakech. Son como unos grandes almacenes de souvenirs en los que el precio esta expuesto y no hay que regatear. Compramos una tetera y una pequeña tajine de barro de recuerdo.

Salimos hacia la puerta de Bab Agnou para salir de la medina e ir hacia el hotel la Mamounia bordeando la muralla. El tráfico junto a esta puerta era frenético y la puerta estaba medio cubierta con andamios, así que nos fuimos rápidamente de la zona.

El camino hacia el hotel la Mamounia resulto ser más largo de lo esperado y también poco interesante. El tramo más interesante de muralla era precisamente el contiguo a la puerta de Bab Agnou. Tras un buen rato caminando llegamos al hotel al que no pudimos entrar al ser fin de semana. Decepcionados cogimos un taxi hacia el Riad para descansar un poco antes de cenar.




Tajines en Marrakech
Tajines típicas en el Ensemble Artisanal cerca de las Tumbas Saadiis



Muralla de Marrakech
Muralla rosada de Marrakech



Muralla de Marrakech
Bandera de Marruecos cerca de la muralla de Marrakech


Hotel la Mamounia en Marrakech
Entrada principal del hotel la Mamounia




Atardecer en Marrakech
Atardecer en Marrakech





Cenamos en el restaurante Chef chegrouni situado en la plaza Jaama el Fna cerca del conocido Café de France y de la entrada a la zona de los zocos. En las guías vimos buenas referencias y, ciertamente, cenamos muy bien y a muy buen precio. Cenamos en la terraza con vistas a la plaza y a su vida nocturna ante la omnipresente presencia del minarete de la mezquita Koutoubia. Además de las luces de las tiendas abiertas me sorprendió el humo de las barbacoas de los puestos de comida que cada noche se abren en el centro de la plaza.






Plaza Jaama el Fna en Marrakech
Luz de las tiendas y humo de las barbacoas en la plaza Jaama el Fna en Marrakech


Día 4







A diferencia de los días anteriores, esta vez no salimos del Riad en dirección a la Medina, sino en dirección contraria, hacia la ciudad nueva, también llamada Gueliz. Nuestro destino eran los Jardines Majorelle, que anteriormente habían sido propiedad del diseñador Yves Saint-Laurent.

Tras pasear tranquilamente por este colorido jardín de tonos amarillos y azules principalmente, fuimos en taxi hasta el parque de Internet, conocido como Cyber Parc Moulay Abdessalam. Este parque esta situado también fuera de la Medina, aunque cerca de sus límites, junto a uno de los Ensemble Artisanal de Marrakech y cerca de la Mezquita Koutoubia. Este parque está cubierto por varias zonas WiFi independientes y gratuitas, lo que hace que no se colapse en caso de que haya mucha gente conectada. Si no recuerdo mal, por lo menos vi nueve zonas wifi diferentes en la zona del parque que recorrí. Lo que más me gustó de este parque fue la fuente de agua, con una base de color turquesa, que ofrecía una sensación refrescante.

Tras unos veinte minutos caminando llegamos a los jardines Majorelle, donde había una pequeña cola para entrar. Inmediatamente después de franquear la puerta de entrada descubrí un entorno diferente lleno de colorido y vegetación que proporcionaba muchas zonas de sombra. Había bastantes turistas pero sin llegar a estar saturado.

Los caminos de color rojizo del parque estaban adornados a cada lado con jarrones de colores vivos, entre los que predominaban el amarillo y el azul. Por uno de estos caminos llegamos a un pequeño estanque de aspecto exuberante con muchas plantas acuáticas. A través de un camino cubierto totalmente de vegetación llegamos a la casa de Yves Saint-Laurent, pintada de azul eléctrico y con las ventanas y otros elementos de amarillo. Junto a la casa, una gran fuente cuadrada cuya visión era muy refrescante.

La visita a los Jardines Majorelle es muy agradecida por ser estos jardines diferentes a los otros que pueden visitarse en Marrakech y agradable por su decoración alegre y por sus zonas de sombra que lo convierten en una especie de oasis en la ciudad.







Fuente en la entrada de los Jardines Majorelle
Fuente en la entrada de los Jardines Majorelle






Jardines Majorelle en Marrakech
Vegetación y jarrón de color amarillo junto a uno de los caminos de los Jardines Majorelle en Marrakech





Jardines Majorelle en Marrakech
Fondo azul de la casa de Yves Saint-Laurent en los Jardines Majorelle de Marrakech




Tras pasear por los Jardines Majorelle, fuimos en taxi hasta el parque de Internet, conocido como Cyber Parc Moulay Abdessalam. Este parque esta situado también fuera de la Medina, aunque cerca de sus límites, junto a uno de los Ensemble Artisanal de Marrakech y cerca de la Mezquita Koutoubia.



Este parque está cubierto por varias zonas WiFi independientes y gratuita, lo que hace que no se colapse en caso de que haya mucha gente conectada. Si no recuerdo mal, por lo menos vi nueve zonas wifi diferentes en la zona del parque que recorrí. Lo que más me gustó de este parque fue la fuente de agua, con una base de color turquesa, que ofrecía una sensación refrescante.



Fuente en el Cyber Park Moulay Abdessalam de Marrakech
Fuente en el Cyber Park Moulay Abdessalam de Marrakech




Salimos del parque y paseando tranquilamente por la avenida Mohammed V mientras vemos pasar varias calesas llegamos a la zona de la Mezquita Koutoubia y giramos a la izquierda en dirección Jaama el Fna. A estas horas del mediodía la plaza está muy tranquila bajo el imponente sol. La atravesamos esquivando a los falsos guías en dirección el restaurante Chef Chegrouni, donde cenamos la noche anterior. Cenamos bien y, como es tarde, no tenemos ganas de buscar otro restaurante. Me comí una tajine de cous-cous de verduras que no me pude acabar por la gran cantidad que me pusieron.


Grand Taxi Mercedes en Marrakech
Grand Taxi Mercedes en la Plaza Jaama el Fna. Por la noche no pueden circular por esta plaza




Después de comer y dar una pequeña vuelta por los alrededores de la plaza fuimos al Café de France a tomar un té a la menta mientras disfrutamos de un magnífico atardecer.





Plaza Jaama el Fna en Marrakech
Plaza Jaama el Fna cobrando vida al atardecer




Plaza Jaama el Fna desde el Cafe de France
Plaza Jaama el Fna desde el Café de France






Cafe de France en Marrakech
Tonando un Té a la Menta en la terraza del Café de France


Plaza Jaama el Fna en Marrakech
Una de las mezquitas junto a la Plaza Jaama el Fna desde el Café de France



Plaza Jaama el Fna en Marrakech
Atardecer desde el Café de France con el minarete de la Mezquita Koutoubia al fondo







Tras ir al Riad para una ducha y descansar un poco volvimos al corazón de la medina de Marrakech para cenar en el restaurante Dar el Salaam. La experiencia no fue del todo buena. La sala era oscura, había una actuación en directo de baile y música demasiado alta para una cena, las sillas eran bajas y un poco incómodas. Mucho jaleo. No cenamos tranquilos aunque la comida estaba buena. Yo comí una sopa Harira que estaba muy buena.




Día 5



Nuestro vuelo de vuelta a Barcelona salía a las 7 pm. El transfer hacia el aeropuerto que habíamos contratado con el Riad salia hacia las 5 pm. Teníamos todo el día para disfrutar de Marrakech sin la obligación de ver nada nuevo. Así que fuimos hacia la plaza Jaama el Fna con la idea de hacer una última incursión en el zoco y tomarnos algo en el Café des Épices.

Desde la terraza en la última planta pude contemplar desde la altura el movimiento en esta zona del zoco de un día cualquiera. Hacia el mediodía volvimos a la zona dela Mezquita Koutoubia para comer en el restaurante Venecia. Me comí una Bastela (o Pastilla) buenísima disfrutando de unas bonitas vistas de la Mezquita Koutoubia y sus alrededores. Con esta imagen del símbolo de Marrakech dejamos el restaurante en dirección a nuestro Riad. 


Calesas junto a la plaza Jaama el Fna
Calesas junto a la plaza Jaama el Fna


Cafe des Épices en el zoco de Marrakech
Café des Épices en el zoco de Marrakech


Especias en el zoco de Marrakech
Especias en el zoco de Marrakech



Zoco de Marrakech
Gorros de varios colores en una de las paradas del zoco de Marrakech


Mezquita Koutoubia en Marrakech
Vista de la Mezquita Koutoubia y de la tumba de desde el restaurante Venecia


Finalmente, más abajo tenéis otros países y ciudades que he visitado:

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